martes, 11 de octubre de 2011

el beso sigue

Si es que hay un norte que sea intenso y me grite. O que me susurre y simule decirme un secreto para luego convertirse en beso, aunque en realidad siempre lo fue. El beso no termina cuando los labios se separan, ni cuando se sueltan las miradas. El beso sigue hasta la cuadra siguiente donde fue la despedida, hasta el punto de la noche antes de soñar. Hasta la sombra donde se hamaca la duda, el beso sigue. Hasta el centro donde se espeja la luz de una carcajada, hasta donde te despertas pasmada, hasta donde hay agua y nadan.
Si existe un lugar donde esconderse yo lo quiero descubrir y después cubrirlo de preguntas que te hagan sonreir y que cada beso sea una mirada y que no nos sirva la palabra hablada, que seamos innombrables, indescifrables, que seamos atractivos y eternos. Que seamos de muchas formas y de todos los colores a la vez, y que no tengamos color. Que nos sentemos acá y nos quedemos en ningún lugar. Y que mi lugar sea en nuestro beso y que tu lugar sea nuestro eterno reencuentro.


j

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