Me enamoro de una cancion por una semana, dos tal vez. Me levanto aprieto el botón play. Escucho, re-escucho, encuentro detalles. Me emocionan esos detalles. Este tiempo de enamoramiento conlleva también el desamor. El final saboreado. Saber que cuando algo empieza también termina.Siempre esta eso adentro mio. Empieza-final. Final-empieza. Me cuesta un poco ver la ultima dupla. Siempre la primera.
Me desamoro pero no para siempre, porque es motivo de alegría si la escucho casualmente en un contexto inesperado. Es motivo de interrumpir una conversación. Pido perdón por eso. Es motivo de volver a apretar el botón play todas las mañanas.
La canción de esta semana es y sera, ya lo ha sido semanas anteriores también, "Madre Selva"- Bosques de Groenlandia. Para Ver y Escuchar ---------------------
http://www.youtube.com/watch?v=9WQFrYSrEZA
Asi las canciones se pueden convertir en una foto, un libro, un párrafo de ese libro, una frase bien formulada, una escena, una sonrisa que te regala un extraño por la calle, una idea, una palabra, un dedo, un beso, el dulce de leche, la cama fresquita en verano, en mi sobrina Alfonsina y su risa, en una cerve después de un día largo o después de un día corto.
Me enamoro de los momentos, del toqueteo sin ver, de las conversaciones inesperadas que rebobino y rebobino rebobino.
Si alguien me enamora uffff, aplico el sistema de repeticion furiosamente, lo veo lo veo, veo sus fotos, huelo sus olores seguidamente, lo toco, me impregno, me enredo, lo mimo, me mimo. Inalcanzable el recurso de repeticion.
Incansable. Es mi forma de enamorarme.
Me animo y me enamoro de mi cantando: Guíame hacia el sur de mi. Con miedos y notas desafinadas, pero enamorada.
